Probablemente cuando hablamos de marketing directo hablamos por un lado de innovación en cuanto al fondo del mensaje, pero también lo hacemos en cuanto a la forma. Precisamente por eso las campañas de este tipo apuestan por crear cosas que nunca vemos en la publicidad tradicional, cosas que lleguen al público al que van dirigidas y que en la mayoría de los casos tienen una segunda utilidad para que no queden en el olvido, porque cabe recordar que una campaña de marketing directo supone una gran inversión en cuanto a que se hace a nivel de un producto para cada cliente o posible cliente.
En nuestro blog os he presentado muchas campañas de marketing directo a lo largo del tiempo, sin embargo, en casi todas estaba el componente todo público o el componente simpático. Sin embargo hoy vamos a hablar de marketing directo para grandes inversores de la mano de una entidad financiera alemana, que les explica de este modo la diferencia entre productos de inversión.
Se manda al cliente un envase como el que ves con tres botellas de vino. Cada una de ellas tiene un contenido de alcohol diferente. Ese contenido de alcohol es el equivalente a la rentabilidad de cada uno de los productos que presentan con el pergamino que los envuelven. A mayor cantidad de alcohol tiene el vino, mayor rentabilidad, pero también mayor riesgo.
A mi sn duda además de un packaging alucinante bastante sencillo, me ha parecido una gran idea para presentar algo tan complejo y aburrido como son las inversiones sin salirse del campo del que el marketing directo está convencido, y que no es otro que el de presentar con la máxima sencillez la idea y que el producto sirva al fin de esta última.