Un rasgo diferenciador de la publicidad es su capacidad de crear un mundo irreal entorno a un producto, un mundo, en la mayoría de los casos, deseable para el público potencial del producto anunciado.
En este spot de Guinnes se muestra claramente esa capacidad de la publicidad, siendo el producto el protagonista secundario de la historia. El guiño de humor cierra este spot de una manera sorprendente y divertida.
Visto en Numero Venti