Últimamente el concepto «Guerrilla» anda en boca de todos aquellos relacionados en mayor o menor medida con la publicidad o con su enseñanza como si se tratara de la última gran invención en la rama. Hay que reconocer que las acciones de guerrilla permiten una calidad de impactos muy alta y que realmente nos ha permitido disfrutar de campañas auténticamente buenas. Sin embargo, aquí os dejo la prueba de que no se trata de la gran y última invención publicitaria: «El hombre invisible, 1990».
Sí, en 1990 se hacían acciones tan originales, creativas e impactantes como la que os acabo de mostrar.
Visto gracias a metamike