En Coloribus he visto esta acción exterior desarrollada por Ford que realmente no sé muy bien qué sensación me ha provocado.
Por un lado, hay que admitir y reconocer que resulta una publicidad muy llamativa debido al complemento real que incorpora, las lámparas, las cuales además poseen iluminación. Esto unido a una imagen atractiva y elegante (en tonos oscuros), podemos decir que ciertamente transmite esa sofisticación que menciona en el copy.
El problema creo que reside en lo que los distintos públicos pueden entender por sofisticación que, en mi opinión, no es plasmada por ese tipo de decoración. Por supuesto, como es obligatorio en publicidad, hay que pensar en el público objetivo del producto que, supongo, será personas de edad bastante adulta y poder adquisitivo alto. Partiendo de ahí, las lámparas obtienen mucho más sentido pero…¿tan interesante es para la marca centrarse tanto en un público tan concreto y desestimar por completo a otro? ¿no existe algún otro elemento de sofisticación que al ser percibido por un público más joven despierte una curiosidad positiva?
