Según publica elperiodico.com la Reina Sofia de España tuvo que viajar con la compañía de bajo coste Ryanair debido a que era la única que le permitía llegar a su destino dentro del horario que necesitaba. He de reconocer que me ha costado creerme esta noticia, incluso después de leerla sigo planteándome si hoy es 28 de diciembre.
Pero bueno, eso no es lo importante, lo destacable aquí es la pronta reacción comunicativa de la propia compañía aérea que tan sólo 24 horas después presentaba este mensaje:
Lógicamente, la Casa Real ha tenido que poner el grito en el cielo y ha solicitado la retirada de la publicidad, decisión que seguro que Ryanair ya imaginaba y a la que no ha puesto traba alguna.
Destacar que detrás de esta publicidad la compañía aérea ha tratado de incluir una desinteresada acción promocionando que iba a donarse 5.000 euros a la asociación que la Reina elija, creando incluso un pequeño concurso entre el público para que ayuden a elegir a Doña Sofía a la afortunada organización.
Que la acción sea más o menos correcta desde un punto de vista publicitaria y deontológico es algo muy discutible. Sin embargo, lo verdaderamente admirable para mí es la capacidad de reacción del equipo de comunicación de Ryanair que en tan sólo 24 horas han sido capaces de movilizar algo así. ¿No os parece?
Lo he descubierto gracias a Briefblog